Mi primera experiencia fotográfica de recién nacidos, con tan solo 15 días.
Rocio me invitó a acompañarla al estudio para ayudarla en algunas cosas y aprendí mucho. Fue una sesión bastante dura ya que la bebé necesitaba toda la atención del mundo, pero por otro lado muy enriquecedora. Estuvimos al menos 2 o 3 horas y aunque ya me lo esperaba, no me imaginé que fuera tan extremadamente delicado. Estar allí minutos esperando que aquella mini persona pudiera dormir plácidamente y poder capturar esos momentos de tranquilidad, ¡es todo un reto! Y las poses de bebé... las más difíciles que he visto. Una vez vez el resultado final sabes que ha valido la pena, a pesar de todos los imprevistos que os podéis imaginar de un bebé sin pañal.
Dulzura y mucha paciencia, eso es todo lo que se necesita.
Y Rocio cumplió todos los requisitos.
Ella sabía en cada momento como tranquilizar a la bebé.
Y así es como añado una experiencia más al book.
Gracias a Uri por acompañarme siempre y a Rocio por darme estas oportunidades.
Love
♥
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